Hoy (veinticinco de enero), una vez más, no tengo nada que decir (cada día se me ocurren menos cosas que escribir y de fotografiar mejor no hablo). He estado en el hospital a ver a Omar, el hijo de mis amigos. Sigue convaleciente y sufriendo. José Luís y Maricruz, con una fuerza conmovedora, cada uno a un lado de la cama, cogiéndole sus manos y ayudándole a superar sus crisis. Sentí un nudo en la garganta y pensé que algunas personas, fuertes, sensibles y generosas, nos ennoblecen a todos. Fotografía: Omar con un año de edad.
1 FEBRERO 2008
© 1982 pepe fuentes