Lo que he contado estos últimos días tiene que ver con el sentido de ciertas cosas; del por qué se hacen o no determinadas cosas; bueno, para ser más preciso: por qué hago o dejo de hacer las cosas que me tienen ocupado y preocupado cada día. He llegado a la cincuentena sano, y eso está bien, es importante, pero con una incómoda sensación de haber fracasado en todo lo que me he propuesto. Lo curioso es que me da exactamente igual. “Una mentalidad estrecha no comprende que el fracaso es algo natural, no comprende cuántas delicias puede ofrecer el fracaso, como todo lo humano, cuánta melancolía…” Norman Manea
7 FEBRERO 2008
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