Últimamente estoy soportando la presión de tener que ordenar emociones, o mejor dicho, intuiciones o tal vez instintos, y en muchos momentos me siento completamente perdido. Una cosa es hacer a impulsos o pálpitos y otra muy distinta ordenar lo hecho, después, lejos ya de los escenarios, la luz, el estado de ánimo que alentó la acción y además, establecer un tejido de relaciones entre imágenes distintas, en escenarios, motivos y épocas diferentes. Asumo el avanzar por territorios tan resbaladizos y subjetivos porque tengo la íntima convicción de lo que uno hace tiene un vínculo secreto, porque nace del mismo sitio.
18 FEBRERO 2008
© 2006 pepe fuentes