Sigo ocupando todo mi tiempo en la preparación de la nueva web (estamos acabando). El problema estriba en tener un carácter obsesivo (y habilidades limitadas, quizá). A partir de esa circunstancia adversa, desde luego no me queda tiempo para pensar en otra cosa. Podría suspender el diario un rato (unos días o un par de meses, por ejemplo), pero no me gusta la idea de romper el hilo de esta historia que espero no termine nunca; significará que yo tampoco. Esa ilusión (lo de durar siempre), me provoca una sonrisa incrédula y gozosa.
1 MARZO 2008
© 2007 pepe fuentes