abandonamos Serralves a las doce de la mañana del miércoles, más o menos, no sin antes dar una vuelta por el jardín, donde hicimos algún descubrimiento curioso, como este sillón de tapicería de terciopelo. El día prometía divertidos encuentros y el sol parecía dispuesto a acompañarnos hasta el final.
10 ABRIL 2008
© 2008 pepe fuentes