ALGUNAS COSAS QUE SE ME HAN QUEDADO EN EL TINTERO ÚLTIMAMENTE. Primero el mes pasado, Marzo: ese asunto del mercado del arte, tan inaprensible y resbaladizo; dos cosas (una hoy y otra mañana). Por mi falta de información y seriedad, no supe decir el nombre del artista que ha creado este individuo resinoso, que desborda metáforas, malestar, sobreentendidos y mensajes desoladores sobre la situación del hombre en el mundo contemporáneo; ahora que me he enterado, me apresuro a contarlo: se llama: Bernardí Roig, es Mallorquín y nacido en 1965. Todos estos datos los he obtenido recientemente de un periódico (en su momento no los tuve). Bernardí está considerado un gran artista y a mi me gustan mucho sus gordos mal vestidos en crisis; éste, por ejemplo, que parece que se le ha caído el mundo encima, se llama: Lightdream, 2008. El que apareció en este diario el 29 de marzo, se titula: Smokebreath. The Mirror, 2008 y cerca del mismo había una frase de Bernardí (apenas se puede leer en la fotografía) que decía: El 21, la promesa interior i la mondadura (para ser artista es importante enunciar frases enigmáticas que sólo entiendes tú, naturalmente). Se puede alcanzar el estatus de gran artista cuando te encargan proyectos bien pagados (a ser posible en el extranjero), sales en los medios y escriben cosas sobre tu obra como: «No en vano, su obra no es sino una fascinadora vánitas contemporánea que se deleita en la imposibilidad de la creación para seguir caminando sobre las cenizas de la imagen», Pilar Ribal, sobre la obra de Bernardí. Dicho queda.
24 ABRIL 2008
© 2008 pepe fuentes