También esta calle de Coimbra. Obsérvese la inquietante colocación de las personas que caminan por la calle y que percibí en el momento de fotografiar, aunque yo no sea un gran artista, porque si lo fuera, alguien entendido en arte contemporáneo, como Pilar Ribal, por ejemplo, podría decir de esta fotografía: «Frío desconcierto y un punto de inquietud produce la observación de este espacio simbólico habitado por esos típicos dobles humanos anegados de luz con que el artista compone su lúcida y un tanto pesimista metáfora sobre la incomunicación y la inestabilidad del sujeto contemporáneo» y quedarse tan tranquila e incluso satisfecha (aunque el párrafo que acabo de transcribir se refiera a los personajes creados por Bernardí, el de estos últimos días; ese sí gran artista, por cierto).
28 ABRIL 2008
© 2008 pepe fuentes