Un día del mes pasado dormí solo. Me levanté a las seis de la madrugada, me duché, cargué el equipo fotográfico en el coche y, todavía de noche, me fui lejos: tenía todo el día para deambular sin rumbo. No sabía lo que me iba a encontrar allí donde llegara. Sólo deseaba pasar el día fotografiando, pero no sabía qué. Avancé durante horas en dirección noreste y no paré hasta más allá de trescientos kilómetros de mi casa.
7 MAYO 2008
© 2008 pepe fuentes