Acabo de recibir un pedido de libros; hacía varios meses que no compraba. Tengo una montaña de libros que deseo leer, a la que añadiré los de hoy (en la fotografía). Los que más me apetecen son siempre los últimos, luego, para que se me pase la ansiedad, compro otros y así sucesivamente. Los libreros deben estar contentos conmigo. Cada día me parezco más a un idólatra desorientado e insatisfecho.
16 MAYO 2008
© 2008 pepe fuentes