En La chica del cumpleaños, al final, la protagonista dice: «Una persona, llegue hasta donde llegue, jamás puede dejar de ser ella misma». Y a mi se me ocurre que no hace falta que lo desee, que una persona, desde siempre, sabe hasta donde llegará por la sencilla razón de que sabe quien es. Hasta yo mismo lo sé.
2 JUNIO 2008
© 1984 pepe fuentes