Cuando me levanto por las mañanas la primera duda que me surge es el orden que daré a las sucesivas rutinas con las que habitualmente pierdo el día: ¿caminaré por la mañana o por la tarde? En caso de preferir la tarde: qué haré por la mañana: leer, escribir o idear cosas que nunca haré? o simplemente las tres. Eso sí, lo primero será conectar música (clásica), pero que se ocupen los de la radio de seleccionar y ordenarla a lo largo del día. Aunque la oigo, no siempre la escucho. Otra decisión importante es hacia donde me dirigiré en mi rutinario paseo, aunque casi siempre elijo el mismo: donde menos gente me encuentre, naturalmente.
5 JUNIO 2008
© 2004 pepe fuentes