De vez en cuando,
levanto mi vieja cámara pequeña y la despierto,
ella tiene una facultad prodigiosa,
que utiliza a veces, caprichosamente,
a impulsos desconocidos, incluso para mí;
capta en forma de aura o halo luminoso, la potencia
de las personas que fotografía.
Lo que no sé si se trata de potencia espiritual,
sexual, anímica, esotérica, intelectual;
en fin, no sé, me desorienta; porque actúa con unos que sí
y otros no.
En este grupo de tres personas: dos sí y una sólo un poco.
En este caso no sé qué pensar; sería potencia:
¿sexual o espiritual, o tal vez esotérica?.
14 JUNIO 2008
© 2008 pepe fuentes