Siguiéndolas de cerca, hombres disfrazados con manteos,
túnicas (o como se llamen).
Qué hastío, nada cambia, todo igual,
siempre, siempre, siempre.
La repetición hasta la muerte…
la física,
porque la de verdad ya la tienen encima sin darse cuenta.
Son muchos, siempre son demasiados,
tal vez llegan a cien,
o doscientos,
o trescientos.
17 JUNIO 2008
© 2008 pepe fuentes