Por eso, porque Murakami,
sin saberlo,
me ha conmovido
por la mañana,
con su inmensa sabiduría mágica,
por la tarde, quería encontrar,
un último sauce, para un último negativo,
en mi última y vieja cámara
que ya no emociona a nadie,
sólo a mí.
Así, el día, uno de mis últimos días,
habría tenido sentido…
29 JUNIO 2008
© 2008 pepe fuentes