Luego están los temáticos y esos son los peores, pues a su pretendida «artisticidad» unen el soporífero discurso, generalmente sociológico. A estos seres incomprensibles (para mí) porque, o han equivocado su propósito, o su lenguaje, les interesan los «temas» más dispares, como por ejemplo: la clase media, el consumo, los aparcamientos (a un tal Martin Parr le han dado un premio los de Photoespaña, quizá porque ha dedicado parte de su obra a los aparcamientos), los marginados, la política, la paz, las guerras, sobre todo las guerras con sufrimiento por doquier, toda clase de tradiciones, la sociología en todas sus vertientes: épocas históricas, fiestas populares, retratos de gentes, sobre todo marginados, etc… etc….Puaf…, remitiéndose siempre a los pequeños intereses del «momento» con andamiajes ajenos a la naturaleza de su «arte». Será por falta de fe, supongo. ¡Vaya manera de ser artistas!
21 JULIO 2008
© 2004 pepe fuentes