La vida, nuestra vida, es la única, la más grande aventura… y el arte sólo se alimenta de aquello que sigue vibrando en nuestra memoria. Julio Ramón Ribeyro. Tiene razón. Uno sólo puede responder con la vida, con la suya, únicamente. A mi, hacer arte o no me trae sin cuidado; sólo me interesa llevar mi vida conscientemente, notar que aún respiro, que siento, que deseo, que no quiero morirme nunca, y contarlo, porque si no lo cuento a lo mejor me pierdo, me disuelvo en la nada. La voluntad del arte no existe, es una falacia; o se es artista o no; pretenderlo es una tontería. Sólo hay que contarse y ya veremos si lo que sale es arte o no. «No puedo, como alguna vez me insinuaste, resolver el problema de la vida entregándome al problema del arte» Tina Modotti
27 JULIO 2008
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