Antes, mucho antes, los hombres contemplaban el cielo y no recibían respuestas, salvo del sol que los iluminaba y del agua que les abastecía y les permitía sobrevivir; pero seguían sintiendo un vacío esencial, doloroso. Buscaron en torno suyo algo que mitigara su herida y encontraron las piedras. Representaban la solidez sobre la que descansar su fragilidad. «En la piedra yace la primera palabra de la tierra, lo infinito del signo/El universo, quizás, nació de esta osada lectura». Edmond Jabes
17 AGOSTO 2008
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