La piedra fue anterior a todo, a todo lo que vino después y que ellas ayudaron a construir. Sin ellas el hombre habría sido más vulnerable y quizá no habría llegado a este momento. Cuando decidieron colocarlas solas, sin aparente utilidad, estaban afirmando su sitio en la tierra; se sustentaban sobre ellas con sólo mirarlas, en la oscuridad del tiempo desconocido. Luego, aprendieron a cobijarse y a descansar eternamente bajo ellas. «Sobre ellas se izan nuestros edificios, estallan nuestras tormentas». Edmond Jabes
20 AGOSTO 2008
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