Fue emocionante el encuentro con este campo megalítico en mil novecientos noventa y cinco. Volvimos cinco años después. La sensación volvió a ser fascinante e incomunicable. El conjunto es bellísimo y eso basta. «De ahí la belleza de la piedra curtida por la intemperie o las manchas de liquen.» Charles Tomlinson.
21 AGOSTO 2008
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