Domingo: tres de Agosto. Volamos a Las Vegas, por segunda vez en dos años. Debe ser porque nos parece una ciudad fascinante: nos lo pasamos estupendamente, mirando, sólo mirando. Dos días después, nos preguntamos ¿y ahora que hacemos? En ese momento sabemos que hay que largarse de allí inmediatamente.
4 OCTUBRE 2008
© 2008 pepe fuentes