CUATRO VIAJES A IBIZA EN VEINTINUEVE AÑOS, CONTADOS EN SIETE DIAS Y SIETE FOTOS.
Partimos hacia Ibiza un viernes por la mañana, el otro día, sin ningún propósito y sin saber por qué. Era la cuarta vez que iba a esa isla: la primera en el setenta y nueve (del siglo pasado, claro). En aquel viaje quedé fascinado por una ciudad que me pareció cosmopolita, moderna, festiva y las gentes que vi, atractivas e interesantes. Todo me parecía infinitamente más excitante que la atmósfera sombría y aburrida de mi ciudad. Llevaba mi primera cámara, una Pentax de treinta y cinco, con un gran angular y un objetivo más que no recuerdo. Las fotografías que hice las olvidé nada más revelarlas. Curiosamente, el otro día, recorriendo la ciudadela, me venía a la memoria obsesivamente una de ellas. Nada más volver he buscado los negativos de entonces, ni siquiera sabía lo que me encontraría. Tengo tres rollos; nada importante en ellos. Esta es la fotografía que se asomaba a mi recuerdo, imprecisa y acuciantemente. La miro y no encuentro sentido en ella, salvo que la hiciera bajo los efectos de un ataque de «originalidad» (en aquella época los tenía con frecuencia). Vista ahora, me parece prescindible y olvidable.
24 OCTUBRE 2008
© 1979 pepe fuentes