UN PROYECTO: FOTOGRAFIAR PERSONAS.
El mes pasado se me ocurrió que debía hacer retratos. A mí siempre me han gustado los retratos, pero apenas si me he dedicado a realizarlos en serio. Mis retratos son ocasionales, porque nunca he sabido como afrontarlos. Demasiadas dudas. Las personas son complejas, se necesita mucha fuerza para asomarse a ellas y yo ni siquiera lo consigo del todo conmigo mismo. Como sólo soy capaz de atreverme con las que quiero (el resto de las que he fotografiado son circunstanciales), pensé que debía empezar con retratos de mis amigos. Lo primero que hice fue contarlos y acabé enseguida. Sólo me salían cinco (nada menos). Llevo en este mundo cinco décadas y creo que tengo cinco amigos, supongo, porque si tengo en cuenta que la amistad es un sentimiento compartido, no puedo asegurarlo: no sé lo que piensan ellos. No obstante, me dije, no está nada mal, creyéndome por un rato un campeón de las relaciones amigables. Luego, me encerré en mi -habitación de retratar-, a la que hacía tiempo que no pasaba, y empecé a preparar el escenario.
3 DICIEMBRE 2008
© 2008 pepe fuentes