Seguía reflexionando sobre mi propósito y a medida que avanzaba (o todo lo contrario), me sentía más indeciso. Hace años también me dio por el retrato, y aunque con escasos resultados, elegí escenarios distintos para cada uno de mis personajes, aunque recurrí con frecuencia a fondos de cielo al atardecer. Ahora no, ni mucho menos estoy dispuesto a salir de mi -habitación de retratar–. Jugaré en casa porque así controlaré mejor todos los elementos (espero). Además, me interesa un espacio cerrado de iguales características y estética para todos los casos. Sólo debe cambiar el retratado, por sí mismo diferente a los demás. Creo que con esa estrategia conseguiré subrayar la presencia física y proyección del protagonista de la sesión.
15 DICIEMBRE 2008
© 2008 pepe fuentes