Sigo adentrándome en la más absoluta dispersión, con la esperanza de encontrarme con algo de diversión. Esta fotografía, a diferencia de casi todas las demás, tiene título: Horizontal apatía. Me gusta el título, la fotografía (ésta) y la vida contemplativa, quieta, detenida y absorta; imperceptible e imperturbable casi. El problema es que es un estadio al que yo no podré acceder nunca: se precisa demasiada «perfección».
11 ENERO 2009
© 1991 pepe fuentes