El colmo de la gravedad ampulosa y ceremonial (que no carnavalesca, porque este tipo va en serio) lo representa este otro (menuda faena me está jugando la elección aleatoria de fotografías). No sé si volveré a arriesgarme. Como el día veintitrés, no diré nada del fotografiado, sencillamente porque no se me ocurre.
26 ENERO 2009
© 2001 pepe fuentes