Es importante (supongo), no tomarse demasiado en serio, sobre todo porque es el camino más corto al sufrimiento. Por ejemplo ¿se podría decir que esta es una fotografía de alguien que se toma en serio? Me temo que sí, maldita sea, o quizá no; no sé. Lo cierto es que yo (este individuo), me tomo con demasiada frecuencia en serio y me convierto en un tipo suspicaz y resentido. Lo sé y me desespero; ya no sé qué hacer. Cuanto más me recrimino más grave me pongo. Qué desastre, por Dios. Y encima determinados escritores que me gustan me lo recuerdan, como Vila Matas: «Decía Erasmo que una dignidad digna de respeto es una dignidad sin dignidad…»
9 FEBRERO 2009
© 2009 pepe fuentes