Es obvio, incluso para mí, que en estos días de diario me estoy apoyando mucho en el Dietario voluble, de Enrique Vila Matas. Me gusta mucho este autor (me repito). Eso no quiere decir que no piense: sigo el hilo de mis propias reflexiones, que voy intercalando con las literarias del Dietario. No me importa que sea así, porque como dije hace unos días: -aspiro a la máxima irresponsabilidad (o indiferencia, en relación al mundo, claro)- y mi desmesurado sentido de la -dignidad- todavía me permite reconocer mis grandes limitaciones. Así que, sirviéndome de la literatura, a la que siempre seré fiel, me ayudo a seguir haciendo para seguir respirando. «La literatura no salva la vida, pero puede darle sentido.» Claudio Magris.
11 FEBRERO 2009
© 2009 pepe fuentes