Sigo con lo de ayer: ¿es que no tiene derecho a apasionarse o a hacer el mediocre? Léase, aquel que no es capaz de llegar al mayor grado de compromiso y a quien, por lo tanto, le resultará inalcanzable el alma de lo que intente y nunca llegará a la «risa perfecta» bukowskiana. Sí, lo que haga un mediocre, lógicamente será así, como él, con todas las limitaciones del mundo, pero al hacer, se revela contra su triste condición y eso, en sí mismo, es bueno para él; aunque sólo sea para él. Es bueno y punto y, a fin de cuentas, «el mundo», el «gran arte», o la «gran literatura», sólo es un gozo para los otros o para los que consiguen una cantidad ingente de dinero por su supuesto arte.
17 FEBRERO 2009
© 2005 pepe fuentes