…Estábamos acabando y no habías posado en ningún momento (o sí, no sé). Para terminar, te dije: –Carlos, ya está bien de escaparte, haz el favor de posar, aunque sólo sea una vez– y adoptaste esta postura. Si repitiéramos la sesión (yo lo haría con frecuencia), nos saldría distinta, seguro, y probablemente mejor que la de esa mañana. Carlos, quiero expresarte la inmensa satisfacción que me produjo tu presencia en mi -habitación de retratar- y agradecerte sentidamente el haberte sometido al experimento de mi impericia, porque no estoy nada satisfecho del resultado fotográfico pero sí de la ceremonia de amistad de esa mañana, que al fin y al cabo es lo que importa. Un fuerte abrazo.
6 MARZO 2009
© 2008 pepe fuentes