CARTA FOTOGRÁFICA A MI AMIGO ÁNGEL, A PROPÓSITO DE SU VISITA A MI –HABITACIÓN DE RETRATAR–
Querido Ángel, tú propusiste que comiéramos ese día y yo tuve la idea de fotografiaros antes: a Carlos y a ti. Escribir esta carta se me ha ocurrido después. Creo que está bien que, de una amistad de tantos años, queden testimonios escritos y, en nuestro caso, no hay prácticamente ninguno, así que al menos que perdure éste, que además tiene fotos. Llegaste un poco tarde, a la una y media del trece de noviembre de dos mil ocho. Teníamos que fotografiar e ir a comer a un pueblo cercano a las dos y media. Disponíamos de poco tiempo y así no hay forma de que las cosas salgan medianamente bien. Si con Carlos la sesión sería mejorable, contigo el desastre fue total. Además, Carlos estuvo presente, con lo que la toma se convirtió en ceremonia de amistad y reencuentro y creo que hasta de confusión. Os dedicasteis a charlar entre vosotros y yo, con la cámara, aturdido y descontrolado. Menuda faena, aunque el único culpable fui yo, por no organizar convenientemente las emociones. Hacía tanto que no nos reuníamos, que quisimos que todo ocurriera al mismo tiempo. Además, en menos de una hora, teníamos encargado -arroz con liebre- que, ya en el restaurante, inesperadamente, iniciamos con unas «patatas a la importancia» memorables.
7 MARZO 2009
© 2008 pepe fuentes