…En fin Jesús, poco después de aquellos años, tú te marchaste a hacer el servicio militar al Sahara. Cuando volviste, poco más de un año después, yo me casé casi de inmediato y a partir de ese momento nos perdimos durante casi treinta años. Ahora, no sabría decir por qué, o sí, pero me llevaría muchísimo espacio y lo que pudiera explicar, seguramente, no sería cierto. Casi nada lo es en las memorias emocionales. Nos hemos reencontrado hace un par de años y de vez en cuando nos llamamos y nos vemos, como por ejemplo con motivo de estas fotografías, pero queda ya todo tan lejos. Nuestras vidas ya están hechas, aunque espero que no demasiado no vaya a ser que se nos quiten todas las ganas. Siento muchísimo no haber podido incorporar a esta carta alguna fotografía de aquellos años, pero entonces a mi ni se me había ocurrido fotografiar. Para terminar, Jesús, quiero decirte que has sido una persona muy importante en mi vida, y que sin ti, mi triste adolescencia hubiera sido inmensamente peor. Ahora, me siento feliz habiendo recuperado tu presencia, porque eres uno de mis escasos amigos de siempre. Un fuerte abrazo.
18 MARZO 2009
© 2008 pepe fuentes