Me cansé del individuo de negro con cámara y seguí a lo mío. Me resultaba más divertido buscar zonas de luz con gente parada. Plásticamente me gustaban infinitamente más que cualquier obra colgada, los espacios de descanso de visitantes y dos cafeterías o bares montados en zonas esquinadas con un decorado muy luminoso de formas casi Hopperianas (léase Edward Hooper) y que, combinado con camareras vestidas de negro destacando sobre asépticos fondos blancos, componían imágenes perfectas para mi desconcertada cámara pequeña.
27 ABRIL 2009
© 2009 pepe fuentes