Me exaspera no conseguir el nivel de los grandes y me estoy refiriendo sólo a la técnica; de lo demás mejor ni hablo. Creo que es un problema de talento. El otro día, leyendo a Murakami, me encontré con un ejemplo sobre el talento muy revelador y que citaba un personaje de la novela (Al sur de la frontera, al oeste del sol). Era el siguiente: el protagonista había empleado mucho tiempo y esfuerzo en investigar y ejercitarse en hacer cócteles (además, era un hombre inteligente y capaz), pero su empleado conseguía, aún con los mismos ingredientes, darles un sabor especial que él reconocía que nunca conseguiría. Se lo explicaba de forma sencilla: era cuestión de talento; de tenerlo o no tenerlo. La clave debe radicar en eso, en encontrar el talento propio, y si no, puedes ser un mediocre toda la vida por intentar avanzar por el camino equivocado. No sé, a lo mejor tengo que dejar de fotografiar; aunque a estas alturas ya da un poco igual lo que decida hacer.
29 ABRIL 2009
© 2009 pepe fuentes