La imagen de ayer, y la de hoy, y las de los días siguientes que acompañan mis impresiones sobre la exposición de Francis Bacon, sólo tienen relación con él y su obra por una única circunstancia: antes de entrar a ver su exposición, decidí darme una vuelta por los alrededores del Museo y estas son las fotografías que realicé durante esa media hora. El problema de la elección del lenguaje fotográfico, tan constrictivo, es que no permite modificar nada sin caer en la falacia. Pero claro, cuando no se tienen especiales habilidades manuales ni intelectuales, sólo queda echar mano de una Mamiya RB67, por ejemplo, para que ayude a salir un poco del ostracismo. David Sylvester, en 1952, ofrecía también reflexiones de mayor alcance, a propósito de la obra de Bacon, sobre los límites de la fotografía,…su falta de libertad para controlar la imagen en comparación con la pintura y su incapacidad de «sugerir sensaciones táctiles» y crear las clases de distorsión que puede crear la pintura. En fin, qué le vamos hacer; a cambio, «todo» resulta más fácil e inmediato.
10 MAYO 2009
© 2009 pepe fuentes