Como siempre, todos terminaban yéndose antes que yo, que me resistía a pesar del frío que estaba pasando. Tenía la sensación de que no conseguía hacer la fotografía del espíritu del sitio. Era a lo que había ido y no lograba sentir, al pulsar el disparador: –ésta era, por fin-. Ah, y a la basílica no pasé, en la entrada vi demasiada gente y cuando me acerqué también un arco de seguridad y me dio miedo traspasarlo, por si era un detector de pureza dogmática y finalmente me pillaban.
10 JULIO 2009
© 2009 pepe fuentes