La fotografía de ayer me hizo pensar en que lo que podía hacer es espiar y fotografiar a la gente y así jugar a uno de los oficios que me hubiera gustado ejercer: detective o espía. Claro, que eso era desviarme del placer que me tenía encantado: pasear despreocupadamente, sin propósitos. Para probar, me dediqué un rato a observar a los abuelos, las excursiones, los jubilados, los turistas; pero todos ellos me aburrían. Este hombre de color (negro) me llamó la atención, parecía un operario del ministerio de desinsectación de plagas contemporáneas. Le fotografié, claro.
24 JULIO 2009
© 2009 pepe fuentes