…Obviamente para mi era secundario su opción sexual, aunque si hubieran sido heterosexuales se habrían mostrado mucho más circunspectos y eso habría perjudicado seriamente mis intenciones y las de mis viejas cámaras. Parece que una cierta desinhibición al expresar sus gustos sexuales les otorga una desenvoltura y simpatía de lo más estimulante. No obstante, tengo un temor, quizá infundado porque aún parecen dispuestos a la lucha por la singularidad, y es que a fuerza de conquistar espacios de «normalidad» social, lleguen a ser tan aburridos, previsibles y simples como los heterosexuales…
5 SEPTIEMBRE 2009
© 2009 pepe fuentes