…Después me fui a ver la exposición de Gilbert Garcin, autor francés al que llevo siguiendo desde hace mucho tiempo y que me encanta. Sus montajes son teatrales, sugestivos, enigmáticos, irónicos y divertidos. Los efectos visuales son de una gran originalidad y sentido del humor; todos ellos tienen una puesta en escena, tanto en la concepción como en el resultado fotográfico, fascinante. Pero claro, no estamos hablando de mero ejercicio fotográfico, o no sólo, sino que, una vez más, la fotografía presta sus recursos para resolver la puesta en escena de creaciones que parece que sean más propias de la pintura, por ejemplo. No creo que podamos hablar estrictamente de fotografía; aunque el tratamiento de iluminación y escenarios sí lo sean. Garcin se pliega a las reglas del juego fotográfico, pero luego hace lo que le da la real gana; y hace bien. Es respetuoso con el lenguaje, pero creo que él no piensa como un fotógrafo, sino como un creador de imágenes que también podrían sostenerse sobre otros soportes; incluso el escénico. Gilbert Garcin me recuerda cuando empecé a fotografiar; yo intentaba algo parecido a lo que él hace, con la diferencia de que mis montajes, aún buscando un cierto misterio y enigma, nunca llegaron a la brillantez de sus hallazgos. Quizá por eso me dirigí hacia otros territorios fotográficos y ahí sigo, insistiendo hasta el final del tiempo (del mío, naturalmente)…
18 SEPTIEMBRE 2009
© 1978 pepe fuentes