Este mes está un tanto descontrolado y desprovisto de contenido. No tengo historias que contar, y casi ni siquiera impresiones, sensaciones, sospechas, miedos, sobre todo miedos (que es de lo que más hablo en este diario). Debo estar otoñal, pero nada poético, sólo mustio y desenfocado. Podría ponerme pesado con las mismas cosas de siempre, a saber: el paso del tiempo, la literatura, el arte, la fotografía, la imposibilidad (sensación más frecuente de mi atolondrado espíritu), la vida y la muerte (o viceversa), el ser o no ser, y bla, bla, bla… Pero no, no me apetece escribir siempre de lo mismo. Me aburre. Sin embargo, sí tengo fotografías, muchas y variadas fotografías, tantas que, automáticamente programadas, y sin escritura, me permitirían estar varios años sin nada que hacer. Quizá este diario ganaría bastante. Si la sucesión diaria de imágenes fuera sin mi intervención y azarosamente, seguro que me entretendría mucho más viendo, cada día, qué fotografía había tocado. Después de escribir he pensado: fotografía+aleatoriedad, y me ha venido a la cabeza, súbitamente, la imagen de hoy. No lo he dudado, aquí está. Por qué? yo qué sé. Porque sí y basta.
8 OCTUBRE 2009
© 2009 pepe fuentes