Londres: paseo en una mañana de agosto (no recuerdo el día) por el distrito llamado La City. Arrastraba mi maleta del equipo que traqueteaba por la calle (yo también traqueteaba). Marcha cansina pero mirada atenta (sabía que, muy probablemente, no volvería a pisar esas calles nunca más). A veces, algún edificio me parecía bello y sugerente y lo fotografiaba, claro. De todas formas, apenas aparecían motivos con la suficiente presencia. Aunque no sé muy bien lo que es motivo o no, salvo cuando soy requerido por algún punto sensible o nervioso, de localización corporal completamente imprecisa y variable. A veces puedo sentirlo en la mirada, otras en el estómago, otras a la altura del corazón y otras cuando el sudor aparece en mis manos sin venir a cuento. Las calles y edificios me gustaban, pero eso no era suficiente: no notaba ningún síntoma psicosomático…
9 OCTUBRE 2009
© 2009 pepe fuentes