Desde Edimburgo, viajamos a Londres. Caminamos durante tres días, de la mañana a la noche, por la esplendida ciudad. El poco tiempo sólo nos permitió arañar levemente la superficie. De vez en cuando, una fotografía, o varias. Ésta, por ejemplo, descriptiva, fácil, al menos aparentemente. A pesar de su sencillez me parece una gran fotografía del río, de la ciudad. Creo que su tranquilo equilibrio deja entrever alguna de las claves de su magnificencia. No recuerdo en qué momento la hice; y desde luego tampoco lo que sentí o pensé. Aunque sea una imagen directa y meramente descriptiva, me parece que encierra -algo más-. Quizá se deba al automatismo del fotógrafo, o al genio de la cámara o a la alquimia de los materiales. Todo eso también cuenta.
20 OCTUBRE 2009
© 2009 pepe fuentes