…Casi todos los que la habitamos nacimos aquí y no hemos conseguido o querido alejarnos. Otros se fueron y vuelven a veces. En un momento de la historia, hace varios siglos, fue esplendida, gloriosa, referencia cultural de la Europa occidental y mediterránea. Por alguna extraña razón o conjunción astral reunió tres culturas en paz (eso dicen). Luego, siglos de decadencia incesante. Ahora, los que pueden, se van (mi hijo, sin ir más lejos). Extraños vienen y se van antes de anochecer, a media tarde, no vaya a ser que se les haga de noche dentro y eso sería un enojoso e inútil contratiempo. Ella es demasiado penumbrosa, hermética, afligida, mística, recelosa y secreta.
8 FEBRERO 2010
© 2009 pepe fuentes