…La distancia que recorrí, desde el puente Alcántara (nuevo) hasta la roca Tarpeya, por la orilla del río, es el escenario más bello y misterioso de la ciudad. Me gusta mirar de dentro afuera, porque es allí donde se esconden todas las claves de su origen. Secretos inaccesibles, pero presentidos. Ella, la ciudad, es reconocible y hasta previsible, sin embargo, enfrente, en los vertiginosos cortados, en los escabrosos cerros, en las grandes rocas superpuestas en inverosímiles equilibrios, en el río mismo, se siente lo indefinible y se goza de la pura belleza…
«Esta incomparable ciudad se esfuerza por retener en sus muros el paisaje árido, no disimulado, no sometido; la montaña, la montaña pura, la montaña revelación. De manera increíble sale de ella la tierra, y al punto, delante de las puertas, se hace mundo, creación, montaña y abismo, Génesis». Rainer Maria Rilke