12 MARZO 2010

TETRALOGÍA DEL -no sé, no sé… IV (o los domingos son los mejores días para dormir). Veintiuno de febrero, domingo: si el sábado es día de aplazamientos, lo del domingo es el lapsus absoluto, la parada cardiaca, el encefalograma plano con sueños a destiempo. Nos levantamos a las doce de la mañana, pero seguimos durmiendo, de pie. El desayuno es con cerveza (por lo del PH, que no se muy bien lo que es, pero que me parece una buena idea). Después, a dormir otra vez, mucho. A las seis y media nos levantamos, pero seguimos durmiendo; esta vez sentados. Nos habían invitado a una fiesta de cumpleaños; como supone  que tendríamos que despertarnos, no vamos. Pasamos de dos a tres horas frente a los respectivos ordenadores: durmiendo. De vez en cuando despertamos un momento y oímos la música y la voz de Lhasa de Sela que es como un bello sueño. Apagamos los ordenadores y encendimos la «tele»: «echaban» fútbol, jugaba mi equipo preferido que gana por goleada. Es magnífico ganar algo durmiendo. Es la única victoria del fin de semana. Luego una «peli», mediocre a pesar de estar interpretada por famosos actores. Resulta un perfecto somnífero. Luego a la cama, a dormir toda la noche. ¿Es ésta la mejor manera de pasar un domingo? No sé, no sé…