…Todos los años tengo un encuentro feliz con las obras de un artista que me gusta mucho (no como la Abramovic, que no me gusta nada), y es un tal Bernardí Roig, porque hace unos individuos muy graciosos que siempre están jodidos por unos molestos tubos fluorescentes que se les vienen encima, o ellos mismos se convierten en tubos, o están subidos a una escalera para nada, o derrengados en el suelo. Me recuerdan al muñeco de Michelín, porque son blancos y gordos. Lo que les pasa a los de Roig es que parecen aquejados de algún tipo de drama o malestar propio de la contemporaneidad (creo). Podría parecer que me estoy poniendo irónico, pero no, insisto en que a mi me merece mucho respeto Bernardí, y la prueba es que le sigo, tanto como para anotar y guardar sus frases. Ésta es una de las que tengo desde hace algún tiempo y que está realmente bien; es de artista filósofo total: «No me creo escultor, sólo hago imágenes, y considero una imagen como un incidente en el umbral de visibilidad, como un coágulo de experiencia incomunicada que nace de la espuma del inconsciente». Bernardí Roig
28 MARZO 2010
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