… Este peligro no sólo lo temo porque el retrato resulte fallido para mí, como retratista o artífice, sino también por la persona que ha confiado en que le devuelva una imagen cierta (reconocible) de si mismo. A medida que avanzo en mi propósito siento un miedo creciente; como si me estuviera adentrando en un bosque impenetrable sembrado de trampas. Confío que el miedo no se convierta en un pánico insuperable que me haga abandonar…
14 ABRIL 2010
© 2010 pepe fuentes