…Una de las circunstancias que se dan en tan pequeñas, bellas y lejanas ciudades, es que los visitantes de los jueves enseguida nos reconocemos: nos encontramos en el castillo, en la puerta de la catedral, en las calles estrechas, en el puente que cruza el vacío, en las plazas recoletas, y claro, terminamos saludándonos cortésmente. Esta pareja es la de los callados orientales comedores de aceitunas de hacía media hora…
8 MAYO 2010
© 2010 pepe fuentes