…El día siguiente, viernes, amaneció gris, frío, desapacible. A las nueve y media iniciamos la marcha por el centro. Pasamos de unas calles a otras sin fijarnos en sus nombres, llevábamos con nosotros pocos propósitos: no alejarnos de zonas monumentales (suele ser donde se producen los encuentros inesperados), y fotografiar a sospechosos de ser portadores de alguna variante de la soledad. También encontrar y fotografiar enigmas, acompañados por el espíritu de Schnitzler, en este caso, la mejor compañía…
«Sólo la forma tiene derecho a la vida en el mundo del arte; lo que en ella es espíritu vive del azar de las palabras». A. S.
12 MAYO 2010
© 2010 pepe fuentes