CONCLUSION: Veremos en que acaba todo esto de la vida anhelante. Pero claro Erik Satie sólo ha habido uno. Los artistas ciertos son únicos. Nadie se les parece. Mi vida, por las cosas que hago, sería intercambiable con la de millones y millones de personas. Así no hay manera. No sé. Además, la originalidad o es auténtica o no es. La diferencia impostada sólo es patética. Por último, para deleite de aficionados, una anécdota de Satie en estado puro.
Solicitó protección de la policía para que le protegiera de su novia:
«Señor inspector de policía, con la debida prudencia y educación, solicito su ayuda para que ponga los medios necesarios con el fin de protegerme de esta mujer, que me molesta y no deja que desarrolle mis obligadas actividades»
foto 9: de este otro señor, que aparece hoy aquí por lo del Contraste con la modernidad de Satie, no se me ocurre absolutamente nada que decir. Qué le vamos a hacer.