…Me temo que la introducción al escrito: lo que (creo) he dejado atrás en fotografía, me está quedando un poco larga y lo que es peor, aburrida. Si pretendiera que me lo editaran no me la aceptarían (seguro), pero como el editor soy yo, y como ya dije: –me trato con indulgencia-, terminaré este bodrio lleno de obviedades cuando me canse o no pueda soportar más el aburrimiento. Como cualquier introducción, la función de la mía ha sido mirar desde arriba, con una perspectiva amplia el «tema», el asunto tratado. Por eso las fotografías de aviones de los días anteriores, eso sí inservibles ya, son toda una metáfora (cerrada ovación, autoindulgente, por supuesto). Aunque parecían el mismo avión repetido, han sido cuatro aviones diferentes (otra metáfora autoindulgente que alude al contenido de los textos anteriores). Ya está bien de circunloquios. Ahora (creo) haberme alejado definitivamente de los temas fotográficos que, esencialmente, aluden a sí mismos, se autorreferencian estérilmente, sin gracia, sin misterio, sin historia, sin nada. Fotografías que terminan antes de haberlas mirado por completo sencillamente porque no emiten nada nuevo, diferente, complejo, sugestivo. He hecho muchísimas fotografías así, y lo peor es que no ha sido por descuido o pereza; no, ha sido conscientemente, con ganas de hacerlas. Por ejemplo, he hecho muchas fotografías de castillos medievales, además, por si fuera poco, hay una serie en este sitio web bajo el título de –Baluartes- . Sólo para hacer la fotografía de hoy, y alguna más parecida, nos apartamos de la ruta que llevábamos más de trescientos kilómetros y encima allí se me rompió la vieja cámara grande. Un esfuerzo titánico sólo para fotografiar una fortaleza olvidada, y ya se sabe, una fortaleza es una fortaleza, por mucho romanticismo y otros aderezos que se quieran añadir; por ejemplo, Dino Buzzati y su Desierto de los tártaros, en el que pensé cuando decidí ir hasta allí. Las imágenes que obtuve carecen de sustancia. No siempre una interesada mezcla de lenguajes e influencias conducen a resultados estimables. Hay motivos que sirven mal a la causa fotográfica…
19 AGOSTO 2010
© 2001 pepe fuentes